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Vivimos en tiempos donde la digitalización ya no es una opción, sino una necesidad estratégica. Tanto en el sector público como en el privado, avanzar hacia una gestión más eficiente y sustentable no solo es posible, sino urgente.

Uno de los mayores frenos a esa transformación es el papel. Sí, el mismo papel que creemos inofensivo: toneladas de documentos impresos, trámites presenciales, archivos físicos… Todo eso tiene un costo ecológico muy real. Al digitalizar estos procesos, reducimos el consumo de papel, disminuimos la huella de carbono y optimizamos recursos valiosos.

Pero no es solo una cuestión ecológica.

En muchas organizaciones hay una resistencia al cambio profunda. “Siempre lo hicimos así” es más cultural que tecnológico: la comodidad del papel, los hábitos arraigados y la falta de capacitación frenan la adopción digital.

En el sector público, esa resistencia se amplifica por procesos burocráticos, normativas complejas y estructuras rígidas.

Y aparece otra contradicción: muchas comunicaciones oficiales se terminan haciendo por WhatsApp, un canal rápido y accesible, pero no formal ni seguro para trámites institucionales. Puede parecer “ágil”, pero genera riesgos en protección de datos, pérdida de trazabilidad, y falta de control.‍Entonces, ¿cuál es la solución?

Avanzar hacia una administración electrónica real. No se trata solo de digitalizar documentos, sino de repensar procesos. Con herramientas de gestión documental digital y sistemas interoperables, podemos construir un Estado más ágil, transparente y sostenible.

Claro que no todo es color de rosa: la digitalización también tiene su impacto ambiental (servidores, dispositivos, consumo energético), por lo que debe ir acompañada de una estrategia responsable que minimice esos efectos.

Pero esos obstáculos no son más grandes que los beneficios: menos papel, menos costos, menos burocracia y una mejor experiencia ciudadana y empresarial. Cuando gobiernos y empresas privadas trabajan juntos, la transformación digital deja de ser un proyecto tecnológico y se convierte en un cambio cultural y un verdadero compromiso con la sostenibilidad.

‍Hoy es el momento de apostar: por decisiones políticas valientes, por liderazgos que impulsen el cambio, por capacitación real y por herramientas tecnológicas que no solo modernicen, sino que transformen.

¿Estás listo para liderar esa transformación?

Muy pronto vamos a compartir cómo acompañamos a nuestros clientes en la readecuación de sus procesos y en el camino hacia una transformación digital sostenible y efectiva.‍

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Juan Manuel Murúa

Gerente de Innovación y Nuevos Negocios en Datastar

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